Puede que fuera la más pequeña de mis hermanitos y hermanitas, la más rarita, pero cuando mi mamá me vio por primera vez, se enamoró de mí.
Al igual que mi papá Kay, tengo la trufa partida, pero a diferencia de mis papas y del resto de mis hermanitos, tengo el pelo largo y de color chocolate.
Mis hobbies son ver «bichitos» en los documentales de animales, jugar con mi papá a dar vueltas por el parque y jugar con mi pulpito. También me gusta dar vueltas como un «cocodrile» en el sofá o acecharte mientras te ladro en la cama.
Desgraciadamente, en abril de 2015, me diagnosticaron un linfoma muy agresivo y con con sólo cinco añitos, el 2 de mayo de 2015, dejé este mundo y no pude seguir disfrutando la vida junto a mis papas humanos y mi papá Kay. Pero antes de irme, pude despedirme de mi playa favorita de Ris (Noja, Cantabria).